La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de este soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo.
De etiología bacteriana que afecta al periodonto, se da, generalmente, en adultos de la 3era edad y afecta al tejido que sostiene a los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal.
Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo el tabaquismo, la diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc.
Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene bucal y visitas periódicas al odontólogo.
La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes.